Smart human city, el concepto impulsado por ONCE e Ilunion
El concepto Smart Human City fue acuñado recientemente como término para definir aquella ciudad capaz de responder a las necesidades básicas de las personas, organizaciones y entidades que acoge tanto en el plano económico como social y ambiental. Se trata, por tanto, de una ciudad que funciona y crece con criterios de sostenibilidad y con el objetivo de ofrecer un futuro mejor para más de la mitad de la población actual y a un 70% de personas, que es la población urbana estimada para 2050. Se calcula que en 2050 habrá 212 ciudades con más de un millón de habitantes en Asia (121 en China), 59 en India y 46 en EEUU y que estas cifras seguirán incrementándose en la siguiente década. Por tanto, el reto es inédito y apremiante.
Con un futuro de estas características, se han definido unos objetivos que debe cumplir una Smart Human City para poder denominarse así:
- Diseñar un nuevo concepto de ciudades para todos que promuevan la competitividad de las mismas como lugar de vida, trabajo y turismo.
- Desarrollar nuevos servicios para todos, públicos y privados, promoviendo el lanzamiento de nuevas prestaciones, nuevas empresas y mayor empleo a través de las TIC.
- Adaptar las infraestructuras existentes para que sean para TODOS: Vivienda, transporte, puestos de trabajo, educación, cultura, consiguiendo un consumo de energía más eficiente.
- Promover todos estos proyectos desde el impulso del emprendimiento y el empleo.
- Capacitar a las personas en riesgo de exclusión para que sean ciudadanos de pleno derecho.
En resumen, los conceptos primordiales y que sustentan una ciudad inteligente e inclusiva son la igualdad y la flexibilidad en el acceso y uso de los servicios prestados.
Con este contexto, la Fundación ONCE e Ilunion participan de forma conjunta y activa para impulsar este concepto en la Convención de la Edificación Contart 2016 que se celebró la semana pasada.
Una ciudad inteligente e inclusiva tendrá en cuenta el concepto de accesibilidad universal, entendido estrictamente como «la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible», afirmó Zanoletty, jefe del departamento de Tecnología Accesible e I+D de Fundación ONCE.